La plubalgia es una lesión muy frecuente a la que nos enfrentamos habitualmente. Se trata de un dolor en la pelvis anterior, bajo el abdomen o la ingle. Básicamente, se trata de un desequilibrio que se produce en esas zonas y que provoca dolor en el paciente que a veces incluso puede extenderse hasta las piernas.

En ocasiones esta dolencia puede provocar molestias, mientras que en otras puede llegar incluso a afectar a posturas o movimientos cotidianos como por ejemplo caminar o cruzar las piernas.

¿Cuáles son las causas de esta lesión?

La pubalgia suele ser frecuente en personas que realizan mucha actividad física deportiva y también en embarazadas.

Generalmente, podemos explicar la pubalgia como un desequilibrio en la movilidad de la pelvis porque la movilidad de ésta no se realiza de forma correcta. De esta forma, se produce un movimiento asimétrico que provoca la lesión. Este problema se da en prácticas deportivas muy repetitivas, como puede ser el caso de los futbolistas o personas que realizan deportes con muchos cambios de ritmo.

Por otro lado, una mala posición de la pelvis también puede ser desencadenante de esta dolencia, así como la falta de movilidad pelvis o de la columna. La postura de cada persona también puede predisponerla a sufrir de pubalgia.

Por último, aunque es menos frecuente, un traumatismo (por pequeño que sea) también puede dar pie a desarrollar esta dolencia.

¿Cómo se trata un problema de pubalgia?

Como en todos los casos que describimos, el primer paso más importante para tratar cualquier problema en fisioterapia es realizar un buen diagnóstico. Es imprescindible siempre descubrir la causa de la lesión para saber qué es lo que provoca el problema para solucionarlo. Una vez esclarecido este asunto, entonces, será el momento del tratamiento.

Luego, es posible que sea necesario un tratamiento con antiinflamatorios y/o electroterapia. Tras esto, probablemente sea necesario realizar varios trabajos por parte del fisioterapetura/osteópata en la zona como por ejemplo:

• Realización de un tratamiento osteopático para recuperar la movilidad de la zona.
• Trabajar manualmente la zona para equilibrar la musculatura. Hay diferentes formas de hacer esto, que el profesional decidirá en cada caso.
• Realización de estiramientos para trabajar los músculos isquiotibiales y abdominales)
• Tonificar la musculatura débil

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