Entender la enfermedad, sus causas y sus consecuencias te ayudará a realizar los cambios necesarios para mejorar tu calidad de vida y paliar los síntomas del hipotiroidismo.

Comenzar el día con un desayuno adecuado

Si quieres notar el cambio, cambia el desayuno. Empezamos mal el día cuando desayunamos con prisas o no desayunamos. El desayuno es una mini-comida que no tiene por qué ser distinta de la comida o la cena. Es posible y recomendable tomar en esta primera comida del día alimentos como el huevo (en tortilla o cocido), el aguacate, el jamón ibérico o el salmón. Todo lo que sea consumir grasa saludable ayuda a activar el metabolismo por la mañana.

Atención a las harinas

Otro cambio importante que se puede realizar en el día a día es sustituir el pan de harina blanca por un pan de trigo sarraceno, que no lleva gluten ya que no es de la misma familia del trigo. Con respecto al gluten, éste genera en el intestino una reacción de inflamación debido a la teoría del mimetismo molecular (en nuestra tiroides hay sustancias parecidas a las que encontramos también en el intestino y que reaccionan contra el gluten), pero no se trata de consumir productos que sean «gluten free», sino de priorizar en la dieta las verduras, pescado, huevos, carnes magras, frutos secos y las frutas. Éstos han de ser los protagonistas en la dieta.

¿Cuántas veces al día debo comer?

Hacer tres comidas al día. En el hipotiroidismo, no es aconsejable comer cinco veces al día (tampoco es perjudicial), pero resulta más beneficioso realizar tres comidas saciantes y saludables, en las que se incluyan verduras, proteínas y grasas. De esta forma se aportan la energía y los nutrientes necesarios para que funcionemos correctamente  y sin tener  picos de azúcar.

Rutinas de ejercicio y descanso

El ejercicio y el descanso, fundamentales. Además de cuidar la alimentación, se recomienda practicar 15 minutos de ejercicio a diario. Estimular a los músculos ayuda al organismo a resolver la inflamación. Para garantizar el descanso, se aconseja evitar la «luz azul» que desprenden los móviles en las horas previas al sueño, pues ésta invita a la vigilia. Leer un libro (en papel), colocar una bombilla LED en tono rojizo en la habitación y relajarse poco a poca aporta señales al cuerpo de que ha llegado la hora de dormir y segregar melatonina, una hormona que equilibra el sistema inmunitario y ayuda a dormir profundamente, con un sueño reparador.

Pequeñas ayudas extra para regular la temperatura

El frío, síntoma habitual en estos casos, puede empeorar si se siguen dietas hipocalóricas, ya que las dietas bajas en calorías alteran aún más la función del tiroides. Las infusiones de jengibre y de cúrcuma son buenas aliadas en este sentido pues, ya que gracias a su efecto antiinflamatorio permiten aliviar la sensación de frío.