Enero es un mes en el que la nutrición toma especial importancia ya que en general suelen plantearse propósitos de adelgazar, empezar a comer bien y muchas más ideas relacionadas con la alimentación. Pero ante este tipo de propósitos siempre hay que consultar con un profesional y plantearse algunas cosas para hacerlo bien. Te hablamos de ocho ideas que tienes que tener en cuenta antes de ponerte a dieta.
Si te has propuesto comenzar el año cambiando tus hábitos, te propongo que te plantees estas preguntas para evitar caer en el abandono de tus propósitos antes de haber logrado tu objetivo.
Si la respuesta es “SI”, perfecto, acude a un dietista – nutricionista, y lleva a cabo una dieta saludable y personalizada para lograr tu objetivo, no caigas en las dietas milagro que proporcionan más daño que beneficio al organismo.
En caso de que ya lo hayas intentado anteriormente, es importante que evites caer en un proceso de dietas crónicas. Esto ocurre en numerosas ocasiones cuando iniciamos la dieta en enero, en marzo la abandonamos, en mayo comenzamos de nuevo, en verano la dejamos de lado para en septiembre volver a iniciar el proceso… Y así en un constante bucle.
Lo importante en este punto es trabajar con el dietista-nutricionista ¬el cambio de hábitos, que aprendas a comer lo que te gusta de manera equilibrada, a introducir nuevos alimentos en tu dieta, a cocinar nuevas recetas. En definitiva, que la dieta te permita asimilar unos nuevos hábitos que te acompañen para toda la vida y no solamente durante 3 meses. De esta manera evitarás vivir constantemente con la “mentalidad dieta”.
Porque tengo que perder peso no es un motivo. Busca tu motivación real y verdadera.
Por ejemplo:
– Porque quiero volver a jugar con mis nietos.
– Porque quiero sentirme atractiva.
– Porque quiero participar en una competición deportiva.
– Etc.
Cuánto más específica sea tu motivación, mejor.
No sirve tener un compromiso de un 90%, necesitas estar el 100% de comprometido para conseguir lograr tu objetivo. ¿Te imaginas estar comprometido con tu pareja en un 50%? El compromiso o es total o no existe.
Tampoco sirve que traspases la responsabilidad a el profesional que te ayude en el proceso. La gran parte del éxito en tu propósito está en tu compromiso.
Algunos ejemplos pueden ser: pasar hambre, rechazo a las verduras, miedo a aburrirme con los platos, no tener tiempo para cocinar, viajar mucho…
Lo ideal es que te antepongas a estos impedimentos, busca posibles soluciones para que cuando lleguen no sean motivo de abandono de la dieta. Por ejemplo: realizar una dieta adecuada a tu requerimiento energético, buscar nuevas recetas, programar los viajes y buscar en qué restaurantes podrías comer, etc.
Si para ti hacer dieta tiene un significado negativo es mejor que ni la empieces, está destinada al fracaso. Debes percibir la dieta como un regalo que te haces a ti mismo, para mejorar tu salud, tu autoestima, tu calidad de vida, etc. Es darte una segunda oportunidad para reaprender a comer de una manera diferente, acorde a tus valores y objetivos.
Si estás pensando en comer todo aquello que no has estado comiendo las últimas semanas o meses, y volver a tus hábitos anteriores, el proceso no te habrá servido para nada.
El objetivo debe ser asimilar y consolidar en tu día a día unos hábitos saludables. La buena dieta es la que nunca termina, sino la que ha venido para quedarse. Aunque claro está que hay ciertos productos y cantidades cambiaran de una dieta de adelgazamiento a una de mantenimiento, pero la base debería ser la misma.
Este punto es importante para no tener prejuicios ante ciertos alimentos que te puedas encontrar en tu pauta dietética.
¿Sueles prohibirte a ti mismo/a alimentos y/o productos porque crees que no son saludables o adecuados o que engordan? Te aconsejo que te asesores correctamente sobre estas creencias y mitos. El mejor lugar para ello es la consulta del dietista-nutricionista.
Para reaprender a comer y conseguir el cuerpo que quieres puedes contar con el apoyo de nuestra nutricionista, Sandra Pinto. Llámanos y coge cita ya mismo.